Jueves 10 de Julio de 2025

Hoy es Jueves 10 de Julio de 2025 y son las 01:04 - ?Un policía le salvó la vida a un casero rural con RCP en Magdalena / ?? Magdalena celebra el 9 de Julio con tradición y comunidad / ? Alerta por niebla en Magdalena y la región / ????? Magdalena: Vecinos alertan por hechos delictivos en sus casas / ? "Elegí tu Futuro": vuelve el taller que guía a los jóvenes en su camino universitario y laboral / ? Educación en contexto de encierro: el CENS 452 celebró 25 años de compromiso y transformación / ? Magdalena realizó una jornada clave sobre trata de personas y explotación / Abrió la Casa de la Provincia en Magdalena: trámites estatales, más cerca de los vecinos / ?El suicidio adolescente vuelve a sacudir a Magdalena / ? Magdalena presente en La Rural: sabores locales, miel premiada y turismo en expansión / ? ¿Por qué la oposición rechazó la CASER? / ???Vecinos celebran la ordenanza frutihortícola, pero advierten: ?Lo dificil empieza ahora? / ? Buscan declarar reserva natural a la Cuenca del Arroyo El Pescado: una deuda ambiental con el sur bonaerense / ?? Nace la CASER en Magdalena: nueva gestión rural / ? Lo que dejó el Frío extremo en Magdalena durante cuatro días / ?? Magdalena incorpora dos motoniveladoras nuevas con inversión de $398 millones / Magdalena impulsa el turismo con formación universitaria junto a la UNLP / ? Un sueño cumplido: la Escuela de Hockey presentó su camiseta alternativa / ???Freno al descontrol: regulan la producción frutihortícola en Magdalena / ?? Comenzaron las obras de iluminación en la rotonda de Vieytes, sobre la Ruta 36 /

OPINIÓN

18 de febrero de 2024

La Cultura como Campo de Batalla: Perspectivas Opuestas

Por Cristian Ferreyra

 

El enfrentamiento mediático entre el presidente Javier Milei y la cantante Lali Espósito no solo ha sido un episodio aislado en la arena política argentina, sino que ha puesto de manifiesto la profunda discrepancia ideológica en cuanto al papel y la importancia de la cultura en nuestra sociedad. Este choque de perspectivas, lejos de ser una simple disputa entre dos figuras, revela dos visiones antagónicas sobre el rol de la cultura en la construcción del país.

Por un lado, encontramos la postura del gobierno actual, representada por Milei, que tiende a menospreciar y desacreditar la labor artística y cultural. Esta visión ve a la cultura como un lujo prescindible, una amenaza ideológica y un gasto innecesario para las arcas públicas. Milei, en su respuesta a los comentarios de Lali Espósito, no solo descalificó sus opiniones sino que también denigró su participación en eventos culturales como el Cosquín Rock, minimizando así la importancia de estos espacios de expresión y encuentro para la sociedad.

Por otro lado, se encuentra la postura de Lali Espósito y aquellos que la respaldan, quienes defienden la cultura como un pilar fundamental de la sociedad. Para ellos, la cultura no solo es una forma de entretenimiento, sino también un medio de expresión, resistencia y construcción de identidad. 

Este enfrentamiento no es solo una discusión sobre opiniones políticas, sino que trasciende hacia un debate más profundo sobre los valores y principios que queremos que guíen nuestra sociedad. ¿Es la cultura un bien prescindible o es un derecho humano fundamental? ¿Debe el Estado intervenir en su promoción y protección o debe dejarla en manos del mercado? Estas preguntas, lejos de ser retóricas, son el corazón de la disputa entre Milei y Espósito.

En este contexto, es crucial recordar que la cultura no es un campo neutro, sino que está intrínsecamente ligada a las dinámicas de poder y las luchas sociales. Defender la cultura es, en última instancia, defender la democracia y los derechos humanos. En un momento en el que los ataques a la diversidad y la libertad de expresión están en aumento en todo el mundo, es más importante que nunca la unión para proteger y promover la cultura en todas sus formas.

En última instancia, la cultura no debería ser un campo de batalla, sino un espacio de encuentro, diálogo y enriquecimiento mutuo. La cultura no solo nos permite explorar nuestra identidad y nuestras raíces, sino que también nos conecta con otras formas de pensar y sentir, fomentando el respeto, la empatía y la tolerancia.

Es necesario que las autoridades comprendan que la cultura no es un gasto superfluo, sino una inversión en el desarrollo humano y social. Promover el acceso igualitario a la cultura, apoyar a los artistas y creadores, y garantizar la libertad de expresión son responsabilidades fundamentales del Estado en una sociedad democrática y plural.

Esta disputa nos recuerda que la cultura no puede ser instrumentalizada ni manipulada con fines políticos. Los artistas y creadores tienen el derecho y la responsabilidad de expresar sus opiniones y sus visiones del mundo sin temor a represalias o censura. La diversidad de perspectivas enriquece nuestro tejido cultural y fortalece nuestra democracia.

En última instancia, la cultura como campo de batalla sólo puede conducir a la división y al conflicto. Es hora de que dejemos de lado las diferencias políticas y nos unamos en defensa de la cultura como un derecho fundamental de todos los ciudadanos. Solo así podremos construir una sociedad más justa, inclusiva y democrática, donde el arte y la creatividad sean valorados y celebrados como pilares de nuestra identidad nacional.

 

COMPARTIR:

Comentarios