SOCIALES
28 de diciembre de 2023
Adiós al maestro de las mareas: Magdalena Despide a Rodolfo Donofrio
En un día que quedará marcado en la memoria de la comunidad de Magdalena, llega la triste noticia del fallecimiento de Rodolfo Donofrio, el reconocido maestro e impulsor de la náutica en el Partido de Magdalena. Una pérdida irreparable para su amado club, el Yacht Club Atalaya, que él mismo fundó en 1995 y donde dejó un legado como docente de más de 150 timoneles.
El piloto, navegante y referente, Rodolfo Donofrio, hoy emprende su travesía en las mareas del cielo junto a su amada Margarita, dejando un vacío imposible de llenar en la comunidad náutica de Magdalena.
En las redes sociales, la noticia de su partida ha generado una oleada de condolencias y recuerdos. Recordamos a Donofrio siempre con una sonrisa, mirando hacia adelante y dejando un impacto positivo en todos aquellos que compartieron su pasión por la navegación.
Rodolfo Donofrio compartió gran parte de su vida y su conexión innegable con el río y el mar. Nacido en Buenos Aires como hijo único en una familia de clase media, se trasladó a Magdalena a una edad temprana, marcando el comienzo de su vínculo con la náutica.
En sus propias palabras, "La navegación fue parte de mi forma de vida. Siempre fue mi cable a tierra". Su legado no solo se limita a Magdalena, ya que fue socio vitalicio del Yacht Club Buenos Aires afiliado desde 1956, consolidando su presencia en la escena náutica a nivel nacional.
Donofrio, médico de profesión, combinó su amor por el mar con una historia de amor en tierra firme. En 1942 regresó a Magdalena, donde inició un romance por cartas con la joven magdalenense Margarita Celia Ortiz. Este amor perduró en el tiempo, dando como resultado tres hijos varones, quienes a su vez le brindaron nietos y bisnietos. Una familia que lleva en su ADN la tradición marinera, heredada de su padre que compró el primer barco cuando Rodolfo tenía tan solo 11 años.
En este momento de despedida, recordamos a Rodolfo Donofrio no solo como un hábil navegante, sino como un educador que dejó una huella imborrable en las nuevas generaciones de timoneles. Su partida deja un vacío en el Yacht Club Atalaya y en el corazón de la comunidad náutica de Magdalena. Nos unimos en el recuerdo de un hombre que vivió y respiró la pasión por la navegación, llevándola consigo a las mareas eternas del cielo.