17 de noviembre de 2023
La Desesperada lucha de Mariela Beatriz Ruiz por escapar de un pasado doloroso
En un valiente relato, Mariela Beatriz Ruiz (45) rompió el silencio que cargó como una pesada mochila. "Fui víctima de abuso sexual desde los 7 años", confieso, levantando la cabeza con firmeza ante su pasado de infierno.
Su doloroso testimonio no solo resuena en palabras, sino también en el ámbito judicial. Originaria de Magdalena, docente de profesión, Mariela enfrenta denuncias contra su padre y hermano mayor. Este último, junto al defensor oficial, presentaron un planteo de prescripción, alegando el paso del tiempo. No obstante, su abogado, Sebastián Oscar Medina, sostiene que la causa sigue activa: "Ella habló recién el año pasado. Acá no hay nada prescripto".
La magnitud de los abusos que sufrió Mariela es evidente en su relato desgarrador que abarca desde su infancia hasta los 18 años. Resistió en silencio, soportando agresiones que comenzaron con tocamientos y escalando hacia lo peor.
El relato es desgarrador. Volviendo a ese pasado doloroso, Ruiz mencionó que, primero, cuando terminaban de cenar, “empezó a decirme andá a mi cama, así la tengo calentita. Todo delante de mi mamá, que jamás hizo nada”.
Con los abusos como moneda corriente, siempre en base a la declaración que Mariela hizo a los medios, “a los 12 años me descompuse y mis padres me mandaron a Misiones, donde teníamos una pariente. No sabía por qué, pero terminé en una camilla, en un sucucho, donde apareció un extraño con una espátula. Al rato me dieron un par de inyecciones. Recuerdo que me dolía la panza, a la altura de los ovarios”.
“Eso pasó alrededor de 1988 o 1989 y me quedé en esa provincia hasta el año siguiente. Fue por marzo, que me pasaron a buscar y regresé a Magdalena con todos”, agregó.
El quiebre definitivo con su familia de origen en 2010 no trajo alivio. Mariela seguía presa en su propio tormento, afectando cada aspecto de su existencia. Sin embargo, en 2021, retomó la terapia, liberando la angustia que la consumía.
“Tuve crisis de pánico, ideas suicidas y anorexia nerviosa. Hice terapia, pero jamás conté nada. Me sentía culpable. Sentía que era un desastre. Me casé a los 19 años y así y todo, cuando mi papá me iba a visitar, me susurraba cosas al oído y me tocaba la espalda, la cola”, aclaró.
Un giro decisivo ocurrió en un cajero automático, donde enfrentó a su padre y solicitó medidas legales. Aun así, la sombra de su hermano persiste, recordándole su brutal comentario cuando tenía 17 años.
“Estando en el cajero automático, siento que me tocan el hombro y, al darme vuelta, lo veo a mi padre. Lo insulté de arriba a abajo, me fui a la comisaría, al Juzgado de Paz y pedí una cautelar, una prohibición de acercamiento, que voy renovando cada tres meses”, expresó y agregó: “mi hermano mayor me violó cuando tenía 17 años. Él estaba alcoholizado. Me dijo `yo sé cómo tratar a las puti...”.
El expediente, cabe destacar, tramita ante la UFI Nº 3, de Gonzalo Petit Bosnic, y existe un pedido de indagatoria suspendido, por el planteo prescriptivo, en orden a los delitos de “abuso sexual gravemente ultrajante agravado por ser cometido por ascendiente y por ser cometido aprovechando la situación de convivencia preexistente para con una menor de edad y abuso sexual con acceso carnal agravado por ser cometido por ascendiente y por ser cometido aprovechando la situación de convivencia preexistente para con una menor de edad (hechos reiterados)” y “abuso sexual con acceso carnal agravado por ser cometido aprovechando la situación de convivencia preexistente para con una menor edad”.
En su proceso de sanación, Mariela abrió un espacio en Facebook, buscando justicia y libertad. Su valentía ante la adversidad destaca una historia de superación en busca de una nueva realidad.