OPINIÓN
9 de agosto de 2023
Motochorros y Miedo: La Muerte de Morena Revela la Oscura Realidad
Por Cristian Ferreyra
La trágica partida de Morena, una joven de apenas 11 años que perdió la vida en un asalto perpetrado por motochorros mientras se dirigía a la escuela, es una dolorosa recordación de la profunda crisis de seguridad que afecta a nuestra sociedad. Hoy, se suspenden los actos de cierre de campaña de cara a las PASO 2023, pero esta medida no debe ser solo un gesto momentáneo. Detrás de este asesinato, se encuentra una problemática mucho más amplia y arraigada.
Aunque los políticos prometen cambiar la realidad de los argentinos si les damos nuestro voto, la realidad es que el arrebato cotidiano y la inseguridad ciudadana son situaciones comunes. Este incidente no es aislado, sino una dolorosa evidencia de que hemos tocado fondo en materia de seguridad. Es cierto que las cámaras de seguridad que se montan en miles de distritos pueden registrar los eventos, pero sin una respuesta efectiva, se convierten en meros testigos de tragedias como la de Morena.
La situación actual es resultado de la inacción política y la falta de respuestas concretas. Aunque los mismos políticos se presentan como solucionadores de problemas, la verdad es que su historial nos muestra lo contrario.
La indignación, desesperanza y angustia que sentimos hoy son compartidas por todos, ya que Morena podría ser la hija, nieta, sobrina o amiga de cualquiera de nosotros. La bandera que ondea hoy es la del hartazgo, y la suspensión de los cierres de campaña es una respuesta adecuada a esta situación. No podemos permitir que la clase política siga actuando de manera obscena y alejada de la realidad que vivimos.
La delincuencia, ya sea protagonizada por rateros o motochorros, es un problema que debe ser abordado de manera integral. Los discursos de Ministros e Intendentes sobre medidas de seguridad pierden validez cuando la delincuencia y la droga se expanden como un cáncer por todos lados.
En lugares como Magdalena, la realidad puede ser diferente, pero tampoco es inmune al robo y a la falta de respeto a la seguridad. No podemos darle la espalda a esta problemática, pues ignorarla solo alimenta el caldo de cultivo que eventualmente nos explotará en el rostro. No esperemos a que se alcance el extremo para actuar; la prevención es nuestra mejor arma.
La triste partida de Morena no debe convertirse en una mera estadística más. Debe marcar el inicio de un cambio profundo en nuestra sociedad para que todos podamos vivir sin miedo. No esperemos a que casos extremos nos sacudan para actuar. La prevención es nuestra mejor herramienta. Esta tragedia debe ser un llamado a la acción, a la transformación y a la construcción de un futuro más seguro y prometedor para todos.