CULTURA
21 de diciembre de 2023
Escuela de Estética Magdalena: Celebrando la huella artística de Abel Barragán
Hoy, la comunidad de Magdalena se reúne para presenciar un momento histórico en la Escuela de Estética Magdalena: el acto protocolar de imposición de nombre de la institución. La escuela llevará el icónico nombre de "ABEL BARRAGAN", en honor a un artista que dejó una marca imborrable en la localidad con su histrionismo y talento.
¿Pero quién fue Abel Barragán?
Abel Barragán, nacido en Magdalena en 1948, no solo fue un virtuoso del arte, sino también un ser humano que tocó el corazón de quienes lo conocieron. Su partida repentina dejó un vacío profundo en la comunidad que apreciaba su mirada sensible y bohemia plasmada en sus cuadros.
En la imposición del nombre, la comunidad rinde homenaje a un hombre que, más allá de su destreza artística, cultivó sólidos lazos a lo largo de su vida. El repentino fallecimiento de Roberto Abel Barragán causó una profunda tristeza entre quienes lo conocieron y apreciaron por sus numerosas virtudes.
Abel Barragán cursó sus estudios en la Escuela Nº 11 y posteriormente en la Escuela Provincial de Artes de Magdalena, donde se graduó como maestro de Artes Visuales. Su dedicación a la pintura lo llevó a recorrer todo el país con sus paisajes y retratos, exhibiendo en galerías de renombre en Mar del Plata.
Abel, como lo llamaban cariñosamente, no solo dejó su marca en galerías y exposiciones nacionales, sino que también regaló su arte a Magdalena. Desde el Jesús Misericordioso en la entrada de la ciudad hasta retratos en la parroquia y obras monumentales en el Concejo Deliberante, su legado es palpable en cada rincón.
Con su taller "Luz y Sombra", guió a cientos de alumnos y enseñó en varios colegios, incluida la escuela técnica y el Servicio Penitenciario de Magdalena. Su impacto se refleja en los premios que recibió, como el otorgado por el Museo Provincial de Bellas Artes por su xilografía "Los Isleros".
A pesar de las adversidades, Abel continuó siendo un faro de alegría y generosidad. Tras el fallecimiento de su madre, encontró consuelo en el afecto de sus hermanos, sobrinos y amigos. Su esencia alegre se manifestaba en la organización de cenas de despedida durante diciembre, donde congregaba a grupos de 50 personas para compartir su amistad.
La imposición del nombre "ABEL BARRAGAN" no solo es un reconocimiento a un artista excepcional, sino también un compromiso de la escuela con la promoción de las artes y la inspiración de las generaciones futuras.
El legado de Abel Barragán perdurará en cada estudiante que camine por los pasillos de la Escuela de Estética Magdalena, recordándoles la importancia de la pasión, la generosidad y el arte en sus vidas.