OPINIÓN
8 de abril de 2023
Del chamuyo a la acción: la urgente transformación de la política
Esta semana, se dio por finalizada una de las obras más largas llevadas a cabo en la política: la de prometer y no cumplir. Es cierto que culminó de manera violenta e irracional, pero dejó un claro mensaje en aquellos que se dedican a la política. El ataque a Berni fue el amplificador de una problemática profunda en la sociedad: la inseguridad.
Es verdad que en nuestro distrito esta problemática es incipiente y de poca envergadura, pero los noticieros informan diariamente sobre esta situación, que no es una sensación, sino una triste realidad. El debate público ha durado horas, dando un renovado uso de la muerte con fines políticos, alimentando el odio y la violencia entre facciones. Empantanado la cuestión en el barro de la política, dejando de lado lo realmente importante, que es investigar quién y en qué circunstancias mataron a Daniel Barrientos.
No cabe duda de que se plantea una crisis de inseguridad en diferentes puntos del país, como es el claro ejemplo de lo que ocurre en la ciudad de Rosario, Provincia de Buenos Aires, Conurbano, entre otros lugares. Esto implica que los ciudadanos exijan soluciones inmediatas y no discursos vacíos, carentes de verdad, que solo sirven para enfriar la cuestión mediática. El claro indicio de que la gente no quiere más palabrerío es lo que sucedió con Sergio Berni. También es importante destacar que los golpes que recibió el Ministro son inaceptables, más allá de las diferencias políticas e ideológicas. Pero en momentos de dolor, uno debe saber cuándo ceder y no intentar descender del cielo como un salvador en un helicóptero. En este punto, Berni no supo leer el clima de un reclamo impulsado por los colectiveros.
Cuando se ve a un grupo de personas buscando hacer justicia por su cuenta, uno se da cuenta del terreno que el Estado y el Poder Judicial han dejado y que deben ocupar. Hoy en día parece ser un tema tabú que nadie quiere abordar. En su afán de protagonismo, Berni no solo experimentó en carne propia cómo una turba humana intentaba lincharlo, sino que representa la debilidad de un Estado que ha recibido un golpe de nocaut.
"Hartazgo" se define como la "sensación de cansancio o aburrimiento que se produce al realizar una actividad de manera repetitiva o excesiva". Y eso es lo que los ciudadanos manifiestan cuando expresan que están cansados de escuchar siempre lo mismo, sin importar quién esté al frente, parlanchines que repiten excesivamente un discurso que parece transmitirse de uno a otro.
No solo se atacó a Berni por ser el responsable de la seguridad de los bonaerenses, sino también por la inflación, la erosión del salario y el fracaso del Estado en brindar soluciones. El pacto social entre los políticos se ha roto, el respeto institucional se ha perdido, y no por una sociedad en decadencia, sino por los discursos y estereotipos que los espacios políticos crean en torno a personajes como en este caso el "Rambo kirchnerista".
Es momento de que las representaciones teatrales, guionadas milimétricamente, lleguen a su fin y que hombres y mujeres salgan a la escena política sujetándose al valor de lo que dicen con hechos. Debemos dejar de lado, como se dice llanamente en Argentina, 'El Chamuyo'.
Por Cristian Ferreyra
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