1 de octubre de 2025
📉 En los barrios populares la expectativa de vida es 11 años menor que el promedio nacional

🏚️ La expectativa de vida en los barrios populares de Argentina es 11 años más baja que la media general del país. Mientras el promedio nacional supera los 70 años, en estos asentamientos las personas fallecen en promedio a los 60 años. El dato refleja la profunda desigualdad social que afecta a más de 1,2 millones de familias en todo el territorio.
📊 El relevamiento fue elaborado por el Centro para la Integración Socio Urbana (CISUR) a partir de datos del Registro Nacional de Barrios Populares (Renabap), que desde 2016 identificó 6.467 asentamientos en el país. La mayoría de estas comunidades carece de acceso regular a agua potable, cloacas y electricidad segura, lo que impacta de forma directa en la salud y la calidad de vida.
⚰️ El estudio revela que en los barrios populares el 25,31% de las muertes ocurre en personas menores de 50 años, mientras que en la población general esa cifra es del 10,05%. Además, casi la mitad de los fallecimientos (47,77%) se produce en plena edad activa, entre los 15 y los 64 años. A nivel nacional, esa franja representa apenas el 22,29%.
🔥 La investigación muestra también la hostilidad cotidiana que enfrentan estas comunidades: más del 97% no cuenta con cloacas y en el 66% las familias dependen de conexiones eléctricas precarias, expuestas a incendios o descargas. El acceso a agua no segura incrementa la aparición de enfermedades gastrointestinales y respiratorias.
👶 A contramano del proceso nacional de envejecimiento poblacional, los barrios populares concentran una mayoría joven y con muy pocos adultos mayores. La explicación está en la alta mortalidad en edades tempranas, consecuencia directa de las condiciones de vida.
🌍 En 2024, la organización TECHO ya había advertido en su informe “Desigualdad climática en barrios populares” que estos asentamientos se encuentran rodeados de riesgos ambientales: basurales informales, industrias contaminantes, autopistas, ferrocarriles o torres de alta tensión. A ello se suma la ausencia de recolección de residuos, la exposición a zonas inundables y la precariedad de las viviendas.
⚡ Según el CISUR, muchas familias viven debajo de autopistas, al borde de vías férreas o bajo torres de alta tensión. Las conexiones clandestinas de electricidad, las inundaciones frecuentes y el contacto con residuos patogénicos se convierten en amenazas permanentes para la salud.